Biografía Xudit Casas

Xudit Casas no es simplemente una directora de cine, es una auténtica artista de la imagen, o, como a menudo le gusta decir, una artesana audiovisual. Su pasión radica en preservar la humanidad en este mundo virtual, capturando la esencia de la vida, los momentos, los sentimientos y las palabras a través de su cámara y su mente rebosante de creatividad.

Xudit nace el 14 de diciembre de 1983 en Celanova, una pintoresca localidad gallega conocida como la «Terra dos Poetas» (Tierra de Poetas), lo que, quizás, predijo su camino artístico. Desde temprana edad, mostró una sensibilidad especial hacia el teatro y el mundo audiovisual. Un claro indicio de su destino como directora de cine se manifestó cuando tomó su primera fotografía a los cinco años, desafiando las dificultades de dejar una cámara en manos de un niño en la década de los ochenta. Su fascinación por lo audiovisual la llevó a perseverar y, a los diez años, finalmente logró obtener una cámara de vídeo, lo que marcó el comienzo de una apasionada relación con la narración visual.

Desde entonces, Xudit y su cámara han estado entrelazadas, compartiendo historias extraordinarias que han capturado la atención y los corazones de la audiencia. Su trayectoria es testimonio de su dedicación incansable y su búsqueda constante de la belleza en la cotidianidad. Xudit Casas, una verdadera artífice del lenguaje visual, continúa inspirando a través de su perspectiva única y su amor inquebrantable por contar historias.

A pesar de su persistente inconformismo con el ambiente del instituto y sus ansias de lanzarse a estudiar lo que realmente la apasionaba, Xudit finalmente accede a la universidad, cediendo ante los sabios consejos (y la persistente insistencia) de su familia. Ya había tenido un primer contacto con la institución años antes, pero ahora llegaba el momento crucial: estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid. Para ello se muda a Aranjuez, donde vivirá 4 años de su vida.

Por supuesto, Xudit no se limitó a ser una mera espectadora. En su afán por exprimir al máximo su tiempo en la universidad, se sumergió en una vorágine de actividad creativa. Colaboró en diversos cortometrajes e incluso se unió al equipo de un largometraje. Su inquebrantable espíritu la llevó a embarcarse en sus primeras videocreaciones en compañía de Patricia Prieto y Natalia Pérez, al tiempo que realizaba prácticas en el ámbito radiofónico y televisivo. Además, asumió la presidencia de una Asociación de estudiantes, para que no desapareciera ya que no quería presidirla. Con la Asociación se organizó el I Festival de Cine Pandora y las I Jornadas de la Imagen, demostrando su incansable labor y su constante deseo de contribuir.

El insaciable apetito de Xudit por el conocimiento y la práctica la llevó a sentir que la teoría ya no era suficiente al llegar al tercer año de su carrera, que constaba de cinco años, lo cual le resultaba tedioso. En busca de nuevos desafíos, tomó la valiente decisión de inscribirse en dos cursos simultáneamente, con el objetivo de acelerar su progreso y completar la carrera lo más rápido posible. Esta hazaña, lograda en paralelo a todas sus actividades previamente mencionadas y mientras mantenía un trabajo, destaca la asombrosa energía que siempre la ha caracterizado.

El año 2005 marcó otro punto de inflexión en la vida de nuestra talentosa directora. Estaba a punto de emprender un nuevo capítulo en su camino. Con el objetivo de explorar horizontes desconocidos, decidió tomar una decisión audaz: dejar una asignatura atrás para embarcarse en una aventura en Portugal. Allí, se sumergió en el mundo de la Dirección e Imagen durante su programa Erasmus en la prestigiosa Escola de Teatro e Cinema de Lisboa.

Aunque ya había tenido la oportunidad de estudiar en Noruega el año anterior, Xudit anhelaba la experiencia de una verdadera escuela de cine, rechazando ir a Noruega. Durante su estancia en Lisboa, donde la enseñanza se centraba en la práctica del cine analógico, se dio cuenta de que su destino estaba ligado a lo digital. En un momento en el que el mundo analógico aún predominaba, Xudit ya vislumbraba la inminente revolución digital que cambiaría el panorama del cine y la narración visual para siempre. Su visión y su capacidad para anticipar tendencias la destacaron como una artista en constante evolución y adaptación a los tiempos que estaban por venir.

Desde una edad temprana, Xudit demostró una sorprendente precocidad en su compromiso con el feminismo, un camino que se forjó en su infancia. Esta pasión por la igualdad de género y la justicia social la acompañó durante toda su vida y se intensificó a medida que crecía. Durante su estancia en Portugal, solicitó a la Escola de Teatro e Cinema de Lisboa la posibilidad de obtener su diplomatura en Dirección e Imagen, al igual que un compañero que había asistido a la misma escuela el año anterior.

Sin embargo, se enfrentó a una desalentadora realidad. A pesar de que ellos mismos la habían adelantado de curso para su edad debido a su formación previa, las autoridades académicas le negaron la posibilidad de obtener su diplomatura. Este acto de discriminación cambió su actitud con la escuela y se desmotivó bastante desde ese preciso momento para con la escuela.

En el verano de 2007, con tan solo 23 años, Xudit dirigió «Sobre a morte do Bieito,» una adaptación fiel del relato homónimo del escritor Rafael Dieste. Este cortometraje de época, estrenado en 2009, se destacó al ser seleccionado en numerosos festivales tanto a nivel nacional como internacional, recibiendo el Silver Remi Award en el Houston International Film Festival. Incluso tuvo la distinción de ser invitada como directora en el Festival de St. John’s, en Canadá, un logro impresionante para una cineasta de su edad. Además, ya en esa época, Xudit promovía la igualdad de género en su equipo técnico, anticipándose a su tiempo y demostrando que los roles no entienden de género en el cine.

Con una agenda siempre repleta y una hiperactividad innata, Xudit solía «matar dos pájaros de un tiro», a menos que pudiera asumir un desafío adicional en el camino. Durante este período, también obtuvo su licenciatura en Periodismo Audiovisual de la Universidad de Santiago de Compostela. Además, se mudó a Madrid y continuó su formación al realizar un Máster en Realización y Postproducción en la Universidad Antonio de Nebrija. Su búsqueda constante de conocimiento y su habilidad para equilibrar múltiples compromisos son rasgos distintivos que han impulsado su éxito a lo largo de su carrera.

El destino llevó a Xudit a un giro inesperado en su carrera, llevándola hasta Electronic Arts, una reconocida multinacional del sector de los videojuegos. Aunque había tenido una amplia gama de trabajos previos, su posición en Electronic Arts marcó su primer empleo estable. Durante cuatro años, se sumergió en esta nueva aventura, comenzando desde cero y escalando hasta convertirse en la responsable del Departamento Audiovisual. En esta posición, gestionó y creó material para diversos departamentos, como Relaciones Públicas, Comunicación Corporativa y Marketing. Este rol la llevó a especializarse en la rama audiovisual de la publicidad, completando su amplia formación en Ciencias de la Información.

Además de su labor en Electronic Arts, Xudit se adentró en el mundo de la docencia al trabajar en la Universidad de Alcalá, gracias a una beca de Formación de Personal Investigador otorgada por el Ministerio de Educación. Durante este período, sus motivaciones e intereses se alinearon con su continua investigación sobre Cultura Popular Audiovisual. Sin embargo, Xudit tomó la decisión de desvincularse de la universidad, ya que lo que experimentó dentro la Academia no coincidía con sus expectativas sobre la meca de la educación. Esta elección fue un desafío personal, ya que, aunque podría haber continuado con una beca para completar su doctorado, cuya tesis solo necesitaba ser escrita, decidió escuchar la sabia recomendación de Umberto Eco, cuyo libro «Cómo hacer una tesis» había leído años atrás. Eco aconsejaba no ceder ante presiones o intereses externos, recordándole que una tesis es un proyecto profundamente personal que se escribe para la humanidad. Razón por la que ella bromea, con su peculiar sentido del humor, que la llamen No Doctora.

A lo largo de su carrera, Xudit ha defendido valientemente sus valores en un mundo que, como bien se sabe, presenta sus propios desafíos y adversidades. Su integridad y determinación son rasgos que la han definido a lo largo de su vida, incluso en un entorno a menudo complicado.

En 2012, nació «Tercera Oportunidad,» un cortometraje que posiblemente se destaque como uno de los proyectos más renombrados de Xudit hasta la fecha. A pesar de que en ese momento comenzaba a surgir el auge de la microfinanciación, una práctica que involucraba el mecenazgo a través de pequeñas donaciones de muchas personas, Xudit recibió una noticia sorprendente. Un compañero de trabajo ajeno al mundo del cine, José Luis Velázquez, junto con su esposa Yolanda Díaz, decidieron financiar de manera completamente altruista la producción de «Tercera Oportunidad.» Se convirtieron en los únicos mecenas del cortometraje por iniciativa propia, una muestra impactante de generosidad que dejó a la propia directora asombrada.

Durante ese año, Xudit no pasó por alto ningún detalle. Junto con la colaboración de su compañera Natalia Pérez, una experta en la organización de eventos, se embarcaron en la planificación de un pre-estreno en Madrid que resultó ser un rotundo éxito. Pérez y Casas demostraron su gran habilidad para rodearse de personas de calidad y, gracias a su profundo conocimiento de la gente y su tierra gallega, organizó una fiesta excepcional en la que no faltaron los elementos esenciales de la cultura gallega, como el delicioso pulpo, el licor café y la característica retranca gallega, un humor peculiar y agudo. Siempre es capaz de reunir a un equipo talentoso y los trabajos en conjunto fluyen de manera natural bajo su dirección.

El estreno de «Tercera Oportunidad» fue un evento especial, donde se parodiaba las grandes premières hollywoodienses y no faltó ni la alfombra roja. Tuvo lugar en su tierra natal, Celanova, rodeada de su gente y con un lleno absoluto. La afirmación de que «nadie es profeta en su tierra» no se aplica a Xudit Casas, ya que es la excepción que rompe esa regla. Su inconformismo y su destreza en la creación artística trascienden fronteras y rompen con las expectativas convencionales.

Preocupada por la ética y comprometida con los movimientos sociales, Xudit es una consumada documentalista y perfeccionista. Lo que la distingue es su deseo de involucrar a personas ajenas al mundo del audiovisual en sus proyectos. Además, demostró su carácter innovador al adelantarse a la tendencia posterior de trabajar con actores y actrices no profesionales, un enfoque que la industria cinematográfica comenzaría a abrazar más tarde. Su deseo de romper barreras y su enfoque ético han dejado una marca indeleble en su carrera como cineasta y comunicadora.

En otro giro inesperado de su carrera, Xudit trabajó para una empresa que la llevó a realizar trabajos de campo en la República Democrática del Congo. Pero la sorpresa no terminó ahí, ya que en una decisión que hasta el día de hoy le cuesta creer a ella misma, se convirtió en modelo de tallas grandes, desafiando las convenciones y rompiendo estereotipos en la industria de la moda.

Durante este tiempo, llevó a cabo la realización del documental «Amar en Libertad», basado en el trabajo previo de Sara Morena titulado «Enséñame, pero bonito». Xudit aportó su toque personal al asumir la asesoría de guion y encargarse del montaje, ayudando a que el documental se convirtiese en una referencia en el campo de la educación alternativa. Pese a las dificultades de hacer una obra como es «Amar en Libertad», una mirada al mito del amor romántico con perspectiva de género, este proyecto le acarreó una crisis que la mantuvo alejada del panorama creativo durante cinco años. Esta situación desencadenó un período de dificultades significativas en su salud mental, lo que resultó en un impacto profundo en su bienestar emocional, causado por circunstancias relacionadas con este trabajo que la llevaron a experimentar censura y presiones falsas contra su persona.

La pandemia y el consiguiente confinamiento, aunque consciente del sufrimiento del momento, el estar encerrada en casa se convirtió en un pequeño oasis para Xudit. Durante este período, publicó su primer libro de relatos titulado «Un grano de arena sí hace una montaña». Historias cotidianas, vistas desde una perspectiva de género y con giros inesperados, cautivan a quienes las leen.

Motivada por estas experiencias, profundizó aún más en su pasión por la Psicología, una disciplina que siempre ha amado desde su adolescencia. Se enfocó en estudiar áreas como la victimología y la criminología, especialmente en relación con la violencia invisible del maltrato psicológico y la manipulación emocional, así como en la comprensión de perfiles de individuos carentes de empatía. Además, buscó formación en comedia y monólogos, ya que descubrió que el humor y las tablas se convirtieron en su salida de emergencia para superar este desafío.

Durante su proceso de recuperación, Xudit se centró en su crecimiento personal y en varios proyectos que la ayudaran en su sanación y, al mismo tiempo, pudieran ser de apoyo a otras personas.

Forma parte de Creadoras Salvajes y colabora activamente en una asociación que trabaja por la inclusión de las mujeres de cine independiente en la industria del cine y el audiovisual. A pesar de sus muchas colaboraciones altruistas, no suele hacer públicas sus contribuciones, lo que refleja su gran empatía y humildad.

Todo lo que Xudit toca se convierte en arte, una forma única de expresión que mantiene su calidad, independientemente de los recursos disponibles. Su inmensa creatividad siempre encuentra la manera de sacar el máximo partido a cada proyecto. 

A pesar de los grandes desafíos vividos, Xudit ha emergido más fuerte y segura que nunca, entrando en una nueva fase vital y creativa que promete llevar su obra a nuevos horizontes.

Xudit Casas, una creadora apasionada y visionaria, quiere que esta biografía termine homenajeando a todas las personas que han confiado en ella, brindado su apoyo y compartido su viaje creativo. Su gratitud se extiende a lo largo de su carrera y vida. Un agradecimiento especial va a su amada Celanova, su fuente de inspiración y arraigo, que ha dejado una huella imborrable en su trabajo y en su corazón.